Página 13 - T

Versión de HTML Básico

Clementina, con la casa de dos pisos a
sus espaldas, ya no podía ni moverse.
Arturo le llevaba la comida y esto le
hacía sentirse importante:
“¿Qué harías tú sin mí?”
“Claro”, suspiraba Clementina.
“¿Qué haría yo sin ti?”.