¡Q
UIETOS
TODOS
!
Durante el trayecto, Pamela demostró una vez
más su gran habilidad conduciendo.
Fue una hazaña
legendaria
correr con la furgo-
neta por aquel terreno irregular, entre piedras y
HOYOS
, sin chocar contra una pared, sin
volcar y sin pinchar siquiera una
rueda
.
Pero el
todoterreno
de Dunya corría más
rápido, en parte porque llevaba menos pasajeros.
Kilómetro tras kilómetro, ganaba terreno y, de
vez en cuando, en algunos puntos más altos, las
chicas del Club de Tea veían cómo sus
per-
seguidores
iban pisándoles los talones.
Finalmente, apareció una superficie regular, de
tierra, con un letrero que señalaba hacia Luxor.