Página 176 - En busca del escarabajo azul

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¡Q
UÉ GRANDE ERES,
PEQUEÑA
M
ARÍA
!
Un tiempo después de tan increíble
a
v
e
n-
t
u
r
a
, María y yo llegamos al aeropuerto de
Luxor.
Eran las dos de la
TARDE
, la hora más calurosa
del día.
Yo estaba un poco cansada tras pasar tantas horas
en el avión. En cambio, María, aunque había volado
el doble de horas que yo, porque venía de Perú,
estaba
DESPEJADA
, fresca como una
ROSA
.
Cuando vio a Paulina esperándola en el aero-
puerto, la pequeña María se echó en brazos de su
hermana.
Estuvieron a punto de rodar por el
suelo
, pero
las otras chicas del Club de Tea las sostuvieron.