Paulina le había comprado para la ocasión un
vestido nuevo a su estimada
HERMANITA
, a
la que habían nombrado madrina de honor de la
exposición.
—Tú cortarás la cinta para inaugurarla —le expli-
có y María se quedó muy
preocupada
.
—¿Por qué yo? —preguntó, y se
sonrojo'
, mos-
trando su timidez—. Es el Club de Tea el que
encontró el Tesoro del Sol.
—Claro, pero tú también
eres
miembro del Club
de Tea
*
—le recordó Pamela, provocando un gran
general.
—Además —añadió Violet—, de no ser por ti,
ahora el Tesoro del Sol no sería más que un mon-
tón de
pedazos
.
María sonrió, más animada.
Poco después, ya estábamos listas y nos fuimos
hacia el Palacio de Exposiciones.
*
¿Lo recordáis? En el libro
La ciudad secreta
, María se convirtió en un miembro más
del Club de Tea.
PLAS
PLAS
PLAS
¡
Q
UÉ GRANDE ERES,
PEQUEÑA
M
ARÍA!