—Partir este bocadillo me duele más que si
me partiera una pierna —murmura el Inspector
Cito—, pero tome este trozo.
Chin Mi Edo espera a que el Inspector
empiece a comer y después él también se come
el bocadillo de jamón… ¡con ayuda de sus
palillos chinos!
—¿Se puede saber qué está haciendo?
—Es que en China comemos con estos
palillos.
—¡Lo que me faltaba por ver!
El Inspector Cito no lo dice, pero piensa que
los chinos son muy raros. Seguro que ésta va a
ser una semana horrible para él junto a ese
extraño policía.