—Estaba a punto de hincarle el diente a este
hermoso bocadillo, Capitán.
—¡Déjese de comida! Tengo un asunto
importante que contarle: la policía de China nos
ha enviado a uno de sus agentes para que
aprenda a ser un buen investigador. Le he dicho
que será su ayudante. Así aprenderá sus técnicas
de investigación.
—¿Un ayudante? ¿Y cuándo he dicho yo que
quiera tener conmigo a un novato chino
haciendo preguntas y molestando todo el
tiempo?
—¡Estará con usted al menos una semana!
¡Y es una orden!
El Capitán Truenos cada día está de peor
humor.