E
L
PUEBLO
DE
LOS
YANOMAMIS
Nos detuvimos allí varios días.
Por la noche, alrededor del
fuego
, escuchá-
bamos las
poéticas
leyendas yanomamis…
Un pequeño yanomami enseñaba, con pacien-
cia, a Benjamín a entretejer
BRAZALETES
de
plumas de tucán.
Su hermana, por su parte, dibujaba en la piel
de Tea increíbles tatuajes con el jugo rojo de las
bayas del
urucu
. Preocupado, el jefe explicó
que la selva se estaba reduciendo cada vez más.
—Os aseguro que habla-
ré de ello en mi periódi-
co, buscaré el modo de
ayudaros —les prometí.
¿Rubí
de Fuego?
A
NTIGUO
I
MPERIO
I
NCA
Pueblo
yanomami
A
M
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Z
O
N
I
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