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esquina.
Luego de caminar durante unos
minutos, llegó hasta un iluminado
letrero que decía: GRAN CIRCO
CATAPLUM. Alrededor todo
estaba muy tranquilo, callado, no
había movimiento, no había
público. Se dispuso entonces a
levantar con mucho cuidado, una
de las paredes de la carpa para
observar hacia adentro, y
encontró a todos los artistas
ensayando sus difíciles,
peligrosos e interesantes
números! ... a todos, menos a un
pequeño niño que lloraba en una