Página 123 - libro carla

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Cuando terminó la fiesta todos se acercaron a Iván para pedirle una explicación de lo
sucedido recientemente.
Iván muy confundido salió corriendo de la sala de baile y se metió en el baño con su
capa, y dejo la puerta abierta, y se tapó totalmente con la extraña capa, cosa que
nadie lo encontrara, pero Güili tenía un juguete que podía ver cosas invisibles o que
nadie a simple vista podía ver y por eso vio a Iván que estaba tendido en la tina
tapado con su increíble capa.
Y cerró la puerta del baño y le pidió una explicación porque no entendía nada pero
Iván le dijo que él tampoco y que no se había dando cuenta de que era invisible,
porque él se podía ver pero no entendía porque los otro no, y ahí se acordó de que
en unos dibujos animados vio que había una capa así y que podía ser esa.
Y decidió taparse con la capa para pasar por el salón en donde estaba los invitados
de Güili, y para mejor no decir nada a nadie de su casa lo sucedido en la casa de Güili
y por supuesto le dijo a sus compañeros que no digan nada y dejó la capa en su lugar
de donde nunca debió salir.
FIN
UN INCENDIO FORESTAL
Esta era una vez un árbol en el que habitaban una cantidad de insectos,
animales y aves, que día a día se refugiaban ahí por las noches y cuando
llegaban cazadores al bosque.
Un día una escuela fue a visita al bosque e hicieron una fogata, pero el
profesor se fue antes porque tenía que ir a hacer un diligencia a la
cuidad.
Y por eso los niños se quedaron solos en el bosque.
Cuando ya se iban dos niñas vinieron con unas cubetas llenas de agua
del río para que apagaran el fuego y por esas casualidades no se
quemara el boque entero pues hacía mucho calor.
Pero los compañeros de las niñas se burlaron de ellas total no tenían a
nadie que hacerle caso porque ya que el profesor se había ido nadie
podía mandar.
Las niñas fueron nuevamente a buscar agua pero se la volvieron a botar,
y así cada vez que iban a buscar agua se la botaban ni siquiera dejaban
que lleven agua fresca para su casa porque esa agua que había en sus
casas tenía un sabor a cloro y querían disfrutar un tiempo agua fresca de
río.
Ya que no podían apagar el fuego, las niñas se dieron por vencidas
porque sus compañeros parecían que no tenían compasión con esos
pobres animales que si se quemaba el bosque iban a quedar sin hogar.
Cuando ya era de noche y todos los niños estaban dormidos Marta una
de las niñas que querían apagar la fogata miro hacia el boque y vio que