Página 129 - libro carla

Versión de HTML Básico

129
Cuando se fueron todos llegó de nuevo la policía y solo estaban las personas de la
limpieza haciendo su trabajo.
Después de esa noche de fiesta el edificio se convirtió en una discoteca y en ese caso se
unieron las tres discotecas para hacer una sola gigante.
Y de este modo siendo todos socios no hubo competencia y nunca más ninguno de los
dueños de las discotecas y de ese modo fueron muy felices todos bailando hasta la
madruga bailando reggaetón.
FIN
LAS NAVES MARCIANOS
Esta era una vez un hombre que quería viajar al espacio, él tenia dos naves espaciales la
cosa es que pensaba que las dos naves eran como seres vivos, así es que la que se
quedaba se podía ser celosa y se podía ir detrás de ellos y como ibas sola no le
importaba suicidarse porque por celos uno hace cualquier cosa y por eso estaba muy
confundido.
Un día el señor Samuel, el dueño de las naves se encontró una novia con la que se dio
un beso en el sitio donde estaban sus don naves para ver si era cierto eso de que eran
celosas ambas porque podía ser celosa una sola y eso indicaba que era esa la que tenia
que llevar, pero el resultado de la prueba sorprendente para Samuel porque ninguna de
las naves se movió ni hizo la más mínima señal para que estuviera seguro Samuel de la
que iba a elegir para su viaje al espació, y él no se atrevía sinceramente a decir cual
porque quería a las dos por igual y no era justo para la que le tocaba quedarse porque
era muy penoso que no la eligieran a uno o que quedara como segunda opción.
Hizo tres pruebas diferentes para saber cual era la más conveniente para su viaje y todas
las pruebas indicaban una nave pero él quería llevar la otra.
Después hizo otra prueba pero esta vez ya no fue de azar sino que le pidió a un
mecánico que vea cual es la que esta en mejor estado para ver que era la más.
Cuando el mecánico dio su veredicto: dijo que la que estaba en mejor estado era la de la
derecha una que funcionaba a chorro como un cohete.
Y esta era la que ganó todas las veces anteriores en las pruebas de azar, pero todavía no
se convencía así es que tomo una decisión: se iba a comprar otra nave en la que el iba a
viajar y sus naves las iban a llevar sus compañeros porque la municipalidad no daba
naves porque no tenían tanto dinero como Samuel, pero lamentablemente el dinero no
hace la inteligencia y a Samuel le sobraba dinero pero le faltaban neuronas y muchas.
Cuando llegó el día que tenían que despegar con rumbo al espacio.
Pero cuando iban camino al espacio algo increíble sucedió las naves, las tres naves
abrieron una especie de ojos, estaban vivas, al final de todo no estaba tan loco como
todos creían.
Las naves no hacia caso a donde tenían que virar sino que se iban solas por donde
quisieron, después de un rato de andar a toda velocidad las naves se estacionaron en un
extraño planeta, donde había mucha vegetación, y no estaba en el mapa que trajeron
pero al instante algo asombroso sucedió porque el mapa cambio totalmente y en ese
planeta habían puros marcianos no conocidos, sin duda estaban en el interior de Marte
pero como los anteriores astronautas no habían podido entrar a Marte porque habían
dejado sus naves arriba nomás, después de observar ese gran paisaje se acercaron tres
marcianos quienes los llamaron a cada uno por su nombre, y miraron a sus naves pero
ninguna estaba, no entendían ninguno nada, Samuel después de un resto de pensar dijo
que el podía alo mejor saber lo que ocurría, dijo que por esas casualidades de la vida
cuando el pillo esas dos naves eran unas naves como de juguetes pero cuando el las tocó