Página 131 - libro carla

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personas del pueblo dejen que vendan sus propiedades y casas los Fray, solo que los vendan a
una persona del pueblo, porque no era justo que hayan invertido plata en unas propiedades que
después se las iban a quitar, y como era Dios el que decidía se hizo lo que él quiso, y se
preguntaran ustedes como supieron esto los vecinos, bueno un rayo escribió en el cielo para que
así todos los vecinos los vieran no solo algunos.
Después de un tiempo volvió don Eustaquio, quien era totalmente irreconocible, porque venia
con una ropa toda fundida y traía consigo solo una bolsa de basura en la cual dormía por las
noches, y el pueblo muy feliz porque la oveja descarriada vuelve al rebaño.
Después de ese reencuentro, don Eustaquio se fue a vivir al hogar de menores y ayudó siempre
a cuidar a los niños y les entregó mucho cariño y amor como si fueran sus propios hijos.
FIN
La niña enamorada
Esta era una niña
Que estaba enamorada
Y cuando hablaban de eso
Se ponía colorara
Un día se arrancó al bosque
En busca de su amado
Lo encontró muy fácil
Pero ya se encontraba casado
Se volvió a su casa muy triste
Y muy cansada
Y cuando llegó se dio cuenta
Que ya estaba casada
Su mamá le había arreglado
Un falso matrimonio
Para así hacerse millonaria
Pero el marido era un demonio
Se llevaban muy mal
Y ni siquiera se conocian
Y era muy extraño pero en sus
Decisiones coincidían
Pero un día algo
Extraño sucedió
La niña de su marido
Se enamoró
El marido de la niña
Era de su misma edad
Igual la amaba
Pero tenía una enfermedad
Era al corazón
Su extraña enfermedad
Y tenía miedo
De morirse a temprana edad