Página 137 - libro carla

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FIN
El gato traicionero
Había una vez un gato que quería comerse un ratón y no hallaba
como hacerlo, el ratoncito tenía un amigo que era el perro. El gato
un día le tiró una bolsa en la cabeza del perro y después se la fue a
sacar y con esto se hizo amigo del perro.
Después de un tiempo de ser amigo del perro llego “Vinfú” el
ratón amigo del perro quien le preguntó que estaba haciendo con
“Lloryo” el gato, y este le explicó que le había salvado la vida y
por eso se habían hecho amigos, Vinfú dijo que se había vuelto
loco pero la verdad es que si, después estaban jugando con una
pelota y Lloryo dejó la pelota donde iba a pasar su dueña la
señora Mercedes, quien pisó la pelota y se resbaló y cayó sobre el
perro, después la señora se enojó con el perro y dijo que lo había
hecho a propósito, después cuando llegó la noche el gato Lloryo
fue y rompió las bolsas de basura de la señora Mercedes para que
piensen que las había roto el perro que dormía ahí porque no
tenia casa en donde estar, al día siguiente la señora dijo que había
sido el perro y nadie más que el perro el que había roto las bolsas,
al rato después llegaron los de la perrera y se llevaron a el perro y
este solo se diferenciaba de los demás porque llevaba puesta una
gafas de sol que en la perrera se la quitaron y se la puso un perro
que estaba tuerto o mejor dicho que le faltaba un ojo, cuando
llegaron a buscar a el perro vieron
que uno
solo tenia gafas y ese era el
equivocado
y lo fueron a buscar pero este
no conocia
al ratón y por eso se dieron
cuenta de