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alcanzó a despedir porque al día siguiente a las 5 de la
tarde salía su avión rumbo a New York.
Después allá en el internado Matías se portaba mal porque
sus amigos le habían hecho por la inspectora del colegio y
habían dicho que Matías era un loco desordenado, no
hacia sus tareas que chantajeaba a los profesores con
problemas personales para que le coloquen buenas notas y
con todo esto en el internado decidieron echarlos y
mandarlo de vuelta a Chile.
Después de llegar a su casa Matías regresó al colegio en el
que estaba antes porque eso era lo que su padre quiso.
Después de muchas súplicas el padre de Matías aceptó que
Matías volviera a jugar al futbol pero después los
entrenadores querían mandar a Matías a New York porque
allá les estaban pidiendo jugadores buenos y Matías era
uno de ellos.
Eso sí que no lo se lo permitió a Matías porque si quería
irse a New York tenía que irse al internado en donde
estaba antes. Pero Matías se conformó con que jugara el
futbol en Chile porque a él solo le interesaba jugar sea
donde sea.
Siendo así todo quedaron felices incluyendo el papá de
Matías porque decía ¡¡¡Si tú está feliz, yo soy feliz con tú
felicidad!!!...