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Esta era una vez un señor llamado Fernando, y él tenía
una cantidad de caballos todos muy bonitos, gordos y
corredores y por supuesto bien enseñados.
Un día a Fernando se le perdió un caballo llamado
Fortachón, y este era el favorito de su favorito porque de
verdad se las tenía todas.
Ya había pasado una semana de que Fortachón se había
perdido y Fernando sabía que ese caballo era muy
codiciado por todos sus vecinos y amigos y últimamente
habían robado muchos caballos de su pampas y todo pero
como él no lo iba a haber sentido si tenían perros buenos
y la pampa en donde estaba Fortachón estaba cerca de su
casa.
Zapatón un vecino de Fernando esa noche no podía
dormir así es que salió a dar una vuelta a el patio a ver si
así volvía a tener sueño, cuando de pronto siente una
revoltura, eran los “Forasteros” una banda de
delincuentes y secuestradores muy conocidos por él y
también por Fernando aunque nunca le habían visto la
cara porque siempre andaban enmascarados o tapados
la cara y se les veían lo puros ojos.
Al día siguiente, en la puerta de la casa de Fernando había
una hoja clavada con una cuchilla y esta hoja decía que
entregaban el caballo siempre y cuando pagaran una
recompensa de 1 millón de dólares por él. De otra
manera no se lo iban a pasar.
Fernando decidido a entregar esa suma de dinero dejo él
en la puerta de su casa clavada con la misma cuchilla que
estaba clavada la otra nota porque así decía que lo haga.
Al día siguiente apareció una nota que explicaba que valla
al río dejara la plata en el suelo y después de eso iban a