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Las serpientes son reptiles con cuerpo largo y cubierto de escamas. Sus ojos no se mueven y no tienen párpados. Pueden proyectar su lengua gracias a la fuerza de su mandíbula.
Los huesos de su mandíbula están unidos por ligamentos elásticos, lo que permite que puedan abrir de forma desproporcionada su boca.
Existe un hueso llamado “cuadrado” que une el cráneo con cu mandíbula inferior. Este hueso es largo y movible y permite que ambas partes se puedan separar.
Tiene un esqueleto muy sencillo ya que está compuesto por la cabeza (ósea), la columna vertebral y las costillas, que se sostienen gracias a las vértebras.
Las serpientes son animales ofidios, no tienen patas. Para desplazarse emplean movimientos en forma de onda, aunque también los pueden hacer de forma recta. Las serpientes se tragan a su presa por completo, sin partirla ni masticarla. Empiezan siempre por la cabeza de su presa, y poco a poco va bajando por su tubo digestivo. Si se trata de una presa de gran tamaño, la mandíbula inferior se separa del cráneo, gracias al hueso “cuadrado” que antes hemos mencionado, ampliando así la capacidad de su boca. Las serpientes pueden ser venenosas o no. De forma común, se daba el nombre de ofidismo a la intoxicación que se producía debido al veneno de las víboras. |
Como reptiles que son, son animales de sangre fría o también llamados poiquilotermos. Esto significa que dependen del medio exterior para poder regual la temperatura de su cuerpo.
Si nos adentramos en una clasificación más técnica, diremos que las serpientes son animales ectotermos porque su temperatura depende de la del medio, y heterotermos ya que esta temperatura puede variar dependiendo de la temperatura ambiente.
Las serpientes son animales vertebrados que pertenecen a la clase de los reptiles. Los reptiles hicieron su aparición hace aproximadamente 280 millones de años y hace unos 135 millones de años aperecieron los primeros ejemplares de ofidios, que agrupan a todas las serpientes que existen hoy en día. Existen alrededor de 2.660 especies de serpientes, cuya longitud puede variar desde unos pocos centímetros hasta superar los 10 metros. Se dividen en dos grupos: los escolecofidios, con unas 260 especies, y los aletinofidios, con más de 2.400 especies. Las del primer grupo son pequeñas y no tienen veneno. Viven en climas tropicales o cálidos y se alimentan de pequeños animales que normalmente viven dentro de la tierra. El segundo grupo comprende mayor diversidad en cuanto a tamaño se refiere. Están adaptadas a todo tipo de hábitat: terrestre, acuático, en los árboles o excavadoras. Tienen las mandíbulas inferior y superior diferentes y pueden separarlas. Pueden tragarse a presas que les superan en tamaño. En países como Egipto, estos animales eran considerados sagrados. Otros países como China o Japón, y otras civilizaciones como los incas, los mayas y los aztecas, también divinizaban a este animal. La religión judaica fue la primera en rechazar a las serpientes por considerarlas símbolo del mal. |
Las serpientes son animales que están presentes en diferentes hábitats en todos los continentes, excepto la Antártida.
Debido a su físico, sin patas ni garras, las serpientes se alimentan engullendo a sus presas, debiendo tragárselas enteras.
Por este motivo su metabolismo, así como su digestión, es lenta.
El secreto de su digestión reside en sus jugos gástricos y en su veneno, en caso de ser venenosa.
El jugo gástrico de las serpientes tiene un ph muy ácido, lo que le permite digerir incluso los huesos.
Además, las serpientes venenosas utilizan su veneno para romper los tejidos antes que entren en acción los jugos gástricos.
La dieta de su alimentación es variada. Normalmente son carnívoras y deben ingerir a su presa recién muerta. La mayoría se alimenta de animales de sangre caliente, aunque hay especies que basan su alimentación en huevos de aves y otros reptiles.
La periodicidad con la que se alimentan depende de la edad, del tamaño de la presa y de la temperatura ambiental.
Las serpientes venenosas tienen ese veneno gracias a la secreción que producen sus glándulas salivales. Su composición depende de la especie de serpiente pero básicamente son proteínas específicas.
Cuando muerden a sus presas, les traspasan dos clases de venenos, los protelíticos y los neurotóxicos. El primero actúa sobre las proteínas de las células, destruyéndolas. Y el segundo provoca fallos pulmonares y cardíacos en las presa.
Las serpientes no atacan sin motivo. Además, son de gran utilidad para controlar el crecimiento de pequeños roedores.
Las serpientes son importantes en el ecosistema ya que realizan un importante control sobre las poblaciones de roedores que pueden transmitir graves enfermedades además de provocar pérdidas en la agricultura.
Por otro lado, las especies venenosas son un peligro para el ser humano, el ganado y los animales domésticos. Existen varios aspectos que nos ayudan a diferenciar a las especies venenosas de las que no lo son. Por ejemplo, las especies venenosas tienen la cabeza triangular a diferencia de las no venenosas que su forma es ovalada. Sin embargo, una excepción serían las boas, que tienen la cabeza triangular y no son venenosas. Otra característica son las fosetas loreales, sólo presentes en las serpientes venenosas. Las fosetas se sitúan entre el ojo y la fosa nasal de cada lado y son órganos termorreceptores. Las pupilas de las especies venenosas (y las boas) son elíptico-verticales, mientras que en el resto son redondas. Las escamas también son diferentes. |
Las Boas son serpientes que pertenecen a una familia tropical de serpientes no venenosas. Se trata de animales fuertes y de gran tamaño, normalmente unos 5 o 6 metros, aunque a veces ha llegado a medir incluso 10 metros. Su lugar habitual son las zonas húmedas de los bosques. Alguna es acuática, como es el caso de la anaconda. Por norma general, son animales de hábitos nocturnos y todas matan a sus presas ahogándolas al enrollarse alrededor. Las boas se clasifican en dos familias, los pitones y las boinae. Ambas pertenecen al grupo de las henophidias. La serpiente boa no tiene colmillos y no es venenosa. Además, no suele atacar al hombre. Su principal función en el ecosistema es reducir los roedores que afectan principalmente a la agricultura. |
Las boas son animales nocturnos y pueden cazar con poca luz. Tienen detectores térmico en sus labios que les permite localizar animales de sangre caliente. Las boas constrictor son animales ovovíparos, que significa que los huevos se mantienen en los genitales de las hembras hasta que brota. Son reptiles de alto valor comercial debido a que son animales llamativos por sus colores. Son capturados por su carne y para tenerlas como animal doméstico, pero principalmente por su piel, que es utilizada en la elaboración de productos manufacturados como zapatos, cintos, etc. |
Las boas constrictor están declaradas como “especie amenazada” por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología mediante la publicación del Diario Oficial de la Federación en Mayo de 1991.
Otro tipo de boa es la boa esmeralda (arbícola). Cuando nace es de color rojo y al cumplir los 6 meses de vida, pasa a ser de color verde intenso, con el vientre amarillo. Su longitud media se sitúa en los 3 metros. Pasa toda su vida en los árboles y le gusta descansar colgando de una rama.
Pertenecen a la familia de las boas. También es conocida como “la boa de agua”.
Se ha exagerado bastante sobre el tema de su tamaño, pero normalmente no superan los 10 metros, llegando a veces a los 12 metros.
La anaconda es la serpiente más grande del mundo y su nombre científico es el de “eunectes murinus”. Su diámetro ronda los 30 centímetros y pesa aproximadamente 200 kilos. Vive cerca de cursos fluviales y es una excelente nadadora. De hecho, es difícil encontrarla fuera del agua ya que pasa la mayor parte de su tiempo sumergida, asomando únicamente la cabeza, ya que sus ojos y sus fosas nasales están en la parte superior de su cabeza. Pueden permanecer hasta 10 minutos bajo el agua. La anaconda no es una serpiente venenosa, es constrictora. Esto supone que mata a sus presas mediante la asfixia, enroscándolas con su cuerpo y no dejando que respiren, hasta que mueren, o sumergiéndolas en el agua hasta que se ahogan. |
Las anacondas son animales carnívoros. Su alimentación se basa en grandes roedores, peces, ranas, pájaros y otros reptiles acuáticos. |
Como el resto de animales ofidios, las anacondas son poiquilotermos, es quiere decir que no regulan la temperatura interna de su cuerpo.
Ésta es la principal diferencia que tienen con las aves y los mamíferos, ya que éstos sí pueden regular su temperatura corporal, y de hecho, son llamados animales de "sangre caliente".
Por este motivo, las anacondas pasan varias horas al sol o a la sombra, dependiendo de la temperatura ambiente, con tal de modificar su temperatura corporal. Cuando llega el frío, suelen hibernar o estar en estado de letargo.
Entre los animales predadores, uno de los más adaptados y evolucionados son las víboras. Cráneo. Lo primero que nos llama la atención es su cabeza, en forma de triángulo o lanza. Esta forma se debe a que detrás de cada ojo tienen una glándula de veneno que las culebras no tienen. |
Fosetas termosensibles. Se pueden ver fácilmente y todas las víboras las tienen. Están situadas entre los orificios nasales y los ojos. Estas fosetas les sirven para detectar variaciones de temperatura a corta distancia, medio metro aproximadamente. Así se convierten en un método de caza por termolocalización.
La forma que tienen de cazar estas serpientes es la de localizar a su presa mediante el calor que emanan, morderlas e inyectarles el veneno y luego rastrearlas para engullirlas una vez muertas.
La sensibilidad de estas fosetas son fundamentales para cazar animales de sangre caliente.
Pupilas. Todas las víboras tienen la pupila elíptica verticalmente, igual que los gatos, lo que nos da síntomas de sus hábitos nocturnos.
Escamas. Las víboras tienen las escamas de forma carenada, a diferencia de las culebras que las tienen lisas. Esto significa que el borde de la punta de una escama no coincide exactamente con la siguiente, sino que se superponen como las tejas de una tejado.
El cascabel es una característica de las serpientes venenosas, en especial de las víboras del género Crotalus (víboras de cascabel) y sistrurus (cascabeles enanas). El cascabel es una estructura córnea situado al final de la cola de la serpiente. Es un conjunto de pequeñas partes no fijas y auq al agitarse provocan el sonido del cascabel. Algunas personas creen que el número de lóbulos o partes del cascabel corresponden con su edad, pero esto no es así. Cada vez que la serpiente muda la piel, se añade un lóbulo más, y una serpiente muda más de una vez al año. |
Además, el cascabel no suele superar el número de diez lóbulos ya que se pueden perder o romper con los movimientos de la serpiente.
En algunas especies como la nauyuca, el cantil o el tepocho, entre otras, la punta de la cola es de un color blanco-amarillento.
Lo utilizan como medio para atraer a sus víctimas, imitando la forma y movimientos de un gusano.
Hasta que la presa está demasiado cerca para poder escapar.
En el cuerpo de las serpientes de cascabel suele encontrarse manchas dorsales de color negro, rojizo o café.
Cobra es el nombre común que se le da a un grupo de serpientes venenosas. Pertenecen a la familia Elapidae. Esta especie de serpientes suele vivir en el sur de Asia, África y Filipinas. Las cobras son famosas por su aspecto y su mordedura. Son fáciles de reconocer ya que se caracterizan por tener una especie de caperuza que despliegan cuando se sienten amenazadas o molestadas. Su alimentación se basa en roedores y aves principalmente. Los captura inyectándoles su veneno a través de sus colmillos. Hoy en día existen antídotos a su veneno, lo que ha reducido el número de muertes. Además de inyectar su veneno a través de la mordedura, algunas especies pueden escupirlo al comprimir los músculos que tienen en los colmillos y expulsarlo con fuerza y rapidez al exterior. Las que suelen hacer esto son las cobras occidentales y dirigen su veneno apuntando a los ojos de sus víctimas. |
El veneno de las cobras se trata una neurotoxina, que afecta principalmente al sistema nervioso de sus presas. Gracias al desarrollo de un antídoto, el número de muertes por esta causa se ha disminuido en algunas zonas de Asia.
Este veneno también se ha utilizado en la investigación médica ya que contiene una enzima llamada lecitinasa que disuelve las paredes de las células y las membranas que rodean a los virus.
La cobra asiática también es conocida como la cobra de anteojos, debido a ese dibujo en su piel. Su longitud no suele sobrepasar los 1,8 metros. El color más habitual en esta cobra es el castaño o el amarillo. Es una serpiente de hábitos diurnos y su alimentación se basa principalmente en otras serpientes. El veneno de esta cobra es especialmente tóxico. Se trata de una serpiente delgada, de color verdoso o pardo y con ojos de color bronce. Vive en lugares como Filipinas, la India, Tailandia, en la península Malaya y al sur de China. |
Vamos a continuación con unos dibujos infantiles de serpientes para los más peques de la casa. Ellos se lo pasan muy bien pintando y coloreando sus imágenes preferidas. Y seguro que entre todos nuestros dibujos de serpientes encuentran alguno que les gusta.