Durante las excavaciones en la fortaleza de Masada,
en Oriente Medio, los arqueólogos encontraron una
semilla de dátil… ¡de 2.000 años de antigüedad!
Una investigadora la plantó en una maceta y reprodu-
jo las mismas condiciones ambientales de su lugar de
origen.
Parecía imposible, pero… salió una planta, a la que
llamaron «Matusalén».
Nadie había logrado que germinara una semilla tan
antigua.