Las chicas estaban entusiasmadas. ¡Qué idea tan
fantástica
! Montaron en el coche de caballos
y se sentaron en los almohadones.
Cruzaron anchas
calles
flanqueadas por edi-
ficios modernos. Luego, se adentraron en callejuelas
estrechas, llenas de casas bajas de color blanco.
De pronto, frente a ellas apareció el templo
de Luxor.
De la oscuridad del gran pórtico emergían dos ci-
clópeas estatuas. Representaban a dos faraones
sentados en sus tronos. Eran imponentes y
MIS-
TERIOSAS
.
Los carruajes rodearon el obelisco
*
situado en la
plaza y llegaron a una
AMPLIA
avenida con una
hilera interminable de Esfinges a ambos lados.
Los rostros humanos estaban iluminados y los
cuerpos de león se confundían con las
sombras
del atardecer.
Las chicas estaban boquiabiertas, sobrecogidas
por aquella visión.
*
Monumento similar a una columna, pero de base cuadrada y con una punta piramidal.
I
ncursión
en el pasado