Los indios volvieron felices a sus casas. Nos in-
vitaron a pasar una larga temporada con ellos.
Yo aproveché la ocasión para enseñar a
leer y a escribir no sólo a Uistití,
sino a todos sus amigos y amigas,
¡
mayores
y
pequeños!
—Todo lo que aprendemos nos
hace más fuertes. ¡Ahora, vosotros
también podréis defenderos mejor de
ELLOS
y
de todos los que son como
ELLOS
!
Llegó el día de la partida.
Yo tenía un terrible
dolor de cabeza
y le
pedí una medicina al Profesor Voltio, pero él
negó con la cabeza.
L
A
PLANTA DEL DOLOR
DE
K
OKOROTA
A
B
C
C