Página 100 - libro carla

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Después de caminar un rato, la sillita encontró una niña que
estaba perdida en la selva y a ella le encantó la sillita así es que
se la llevó con su papá oso que era el que la rescató del río
cuando se estaba ahogando en el lago.
Al llegar a la cueva del oso “Finfon”, que ese era el nombre del
papá oso, la sillita al verlo se espantó porque era gordo como
las mujeres que jugaban a la sillita musical.
La sillita Cantil, porque así le coloco la niña Marcia, quiso Salir
huyendo atemorizada de ahí pero pensó que el oso no iba a
entrar en ella así es que solo se iba a sentar la niña y el oso
tenía un inmenso sillón para él solo.
Después de que ya habían pasado tres meses de que la sillita
había sido encontrada apareció “Jazmín” un encantador banco
que se enamoró de Cantil y ella de Jazmín la niña decía que se
iban a cazar y de verdad era así porque era un amor sin
barreras y eran muy felices.
Pero la felicidad siempre termina porque Jazmín era del oso y
Cantil de Marcia, y llegó el día en que los papás de Marcia que
la andaban buscando durante mucho tiempo y ahora por fin la
habían encontrado. Así es que la verdad era que Cantil y Jazmín
se tenían que separar.
Al llegar a la ciudad en que vivía Marcia todos la estaban
esperando y en una banquito muy bonito y arreglado estaba
sentado Mario el mejor amigo de Marcia. Y Cantil se olvido
rapidito de Jazmín.
Pero el banquito estaba comprometido así es que a Cantil no le
quedaba posibilidad alguna.
Después de un tiempo Cantil sintió que de verdad echaba de
menos a Jazmín así es que decidió arrancarse e ir al bosque en
su búsqueda.
Jazmín estaba muy contento con la visita de Cantil, pero lo
entristecía saber que Cantil se tenía que ir de nuevo.
Pero no solo Cantil se iba a ir porque se iban a ir los dos a una
casa abandonada en el bosque que solo ellos conocían y así
serian eternamente felices amándose locamente el uno al otro.