Página 10 - Barba Azul

Versión de HTML Básico

9
Habiendo observado que la llave del gabinete
estaba manchada de sangre, la limpió dos o tres
veces, pero la sangre no quitaba; por mucho que
la lavara y aún la restregará con arenilla, la sangre
siempre estaba allí, porque la
llave era mágica, y no había
forma de limpiarla del todo:
si se le sacaba la mancha de un
lado, aparecía en el otro.
Barba Azul regresó de su viaje esa misma tarde
diciendo que en el camino había recibido cartas
informándole que el asunto motivo del viaje
acababa de finiquitarse a su favor. Su esposa hizo
todo lo que pudo para demostrarle que estaba
encantada con su pronto regreso.
Al día siguiente, él le pidió que le devolviera las
llaves y ella se las dio, pero con una mano tan