Antes del amanecer, Dunya despertó a Chispa y
le dijo lo que debía hacer.
—
¡NO,
NO
Y
MIL
VECES
NO!
—chilló el profe-
sor—. ¡No pienso ayudarte a cometer un
ROBO
!
Las voces despertaron a las chicas del Club de
Tea.
—¿Qué ocurre, profe? —preguntó Paulina,
so-
bresaltada
.
—¡Ahora quiere hacerme bajar ahí! —se enfure-
ció Chispa.
Violet se puso frente a Dunya, cruzando los
brazos:
—No puede
bajar
una persona sola. ¡Es muy
PELIGROSO
!
E
N LAS ENTRAÑAS
DE LA
T
IERRA