Página 57 - Stilton 48 - El templo del rubí de fuego

Versión de HTML Básico

Entré vestido en el río, dispuesto a lavarme el
morro, pero de repente…
Ella repitió inquieta:
—¡Mordikky! ¡Cuidado!
Señaló un banco de pececillos que se dirigían
veloces hacia mí.
Yo dije con una risita:
—Pero ¡si son pequeños,
pequeñísimos!
Ella gritó:
—Ten cuidado con los mordikky, vosotros los
llamáis…
¡Pirañas!
A
Y
!
¡C
UIDADO
CON
LOS MORDIKKY
!