Página 115 - libro carla

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Después de un tiempo de haber partido se encontraron con el remolino
de nuevo pero esta vez era más grande y este los llevo a una cueva
submarina y ahí su barco se transformó en submarino y este fue dirigido
por Beethoven pues cuando era barco le tocó a Pelusa y ahora le tocaba
por deber y por derecho a él.
Después de seguir un camino que había ahí llegaron una cueva en donde
habían varias especies de computadoras para jugar así como los videos
juegos, y decía en un cartel que aquel que pase a la 5ª etapa podrá
recorrer entera la cueva de los tesoros de donde podía sacar lo que
quisiese pero para eso tenía que ganar el juego en menos de 5 minutos.
Nuestros viajeros no lo encontraron difícil y lo ganaron en 4:53 y eso que
no tenían práctica.
Cuando estaban dentro de la cueva quisieron llevar de todo pero solo
llevaron dos baúles llenos de monedas de oro.
Cuando estuvieron de vuelta en su casa lo recibieron con los brazos
abiertos.
Y fueron muy felices comiendo perdices.
El Sr. Evaristo y la Sra. Josefina
Esta era una vez una pareja de ancianos que cumplían 50 años de casados o
igual las bodas de oro.
Ese día hicieron una gran fiesta, a la que invitaron a mucha gente.
Los 15 hijos de la pareja estaban tan orgullosos de sus padres que la
felicidad que sentían no tenían como expresarla así es que por eso bailaban
con todos y cada uno de los invitados de esa fiesta.
La fiesta duro tres días y la gente estaba tan entusiasmada como cuando
empezó.
Después que todos sus invitados se fueron y todo volvió a la normalidad, la
pareja que ambos tenían 80 años, pero se sentían como de 20, fueron a
pasear al bosque, ellos eran don Evaristo y doña Josefina, y a pesar de todos