INVOCACIONES

Madre mía...
vivir y morir siempre en vuestro amor,
este es mi anhelo.

No me dejes;
no permitas
que me aparte jamás
de tu dulce y sabia guarda.

Corrige mis caprichos
y doma mis arrebatos.

Llenadme de la luz
de vuestros santísimos ejemplos.

Madre del divino Sol,
venced las tinieblas de la mentira.

Desvaneced, Señora,
las espesas tinieblas
que hoy cubren el mundo.

María, si Tú no acudes en nuestro auxilio, 
desfallece nuestra esperanza.

Hoy, Señora y Madre nuestra,               
tenemos más que nunca
puesta en Vos nuestra confianza.

Vencedora, hacedme invencible.

La luz de tu inmaculado Corazón 
me circunde como un celestial escudo.

Madre, inspírame siempre 
amor a la sencillez y a la modestia.

Mírame, 
que perezco si no me miras.

Amar de todo corazón a tu Hijo,
esta gracia te pido,
Reina de mi alma.

Madre mía, 
todo lo podéis salvar 
con una sola mirada.

Estrella del día,
¿Cuándo veré la luz sin crepúsculo 
del eterno Sol?

María, 
perfuma nuestros corazones 
con el aroma de tus virtudes.

Inmaculada Reina, 
haz que experimentemos 
tu celestial socorro.

María, 
aspire nuestra alma 
la fragancia de tus inspiraciones.

Madre, de todo tu poder necesitamos.

María, 
¿Quién como Tú 
podrá ayudar nuestra debilidad?

Oh María, 
bañad siempre mis afectos 
con vuestra luz inmaculada.